¿Os habéis preguntado cuántas inteligencias artificiales usáis ya? Parece que la IA es uno de esos conceptos futuristas que “ya llegarán”, como el coche volador. Sin embargo, está más implantada de lo que creemos. Aún básica, pero con la potencia de las máquinas, está transformando nuestro día a día.
Sin movernos del hogar, hemos echado un vistazo a esa infraestructura de la que dependemos cada vez más. Desde elegir las noticias que leemos, a nuestra próxima lectura, pasando por ayudarnos a comprar o confirmar el lugar donde cenaremos el fin de semana… Así es la inteligencia artificial presente ya en muchos hogares.
Las noticias, mejor con sesgos (voluntarios)
Algunos recordaréis que no hace mucho una de las primeras cosas que se hacía tras despertarse era acercarse al quiosco a comprar un periódico. Ahora, los feed programados aterrizan directamente en la bandeja de entrada del email o de la aplicación que usamos para recibirlos. En muchas de ellas, marcando nuestros gustos previos, podemos configurar las futuras noticias que deseamos recibir. Noticias que podemos comentar, si la IA nos lo permite.
En la actualidad, estas se adaptan a nuestros gustos en un formato derivado de la “cámara de eco” mediática, aunque esta selección se realiza de forma manual, a voluntad. Abajo se muestra el Discover de Android, una aplicación que aprende de nuestros gustos a medida que interaccionamos con las noticias para elegir más de esto y menos de aquello. El resto son procesos de inteligencia artificial.
¿Qué vas a leer a continuación?
Una de las páginas web más interesantes para los amantes de la lectura es Goodreads. En esencia, esta web es un catálogo online de libros, pero no una tienda. Aquí aparecen representados para que podamos decir que los hemos leído y asignarles una nota. Algo así como un archivo de nuestra biblioteca.
La magia tras todo esto radica en el uso posterior que se hacen a nuestros datos. Un complejo algoritmo de inteligencia artificial analiza patrones de notas y perfiles de usuarios para aprender de unos y otros. Lo cierto es que recomienda, con mucho acierto, lecturas que probablemente nos interesen mucho. Es una joya para quienes leen mucho y buscan nuevas experiencias.
La IA te ayuda a elegir la música
Donde también observamos filtros gracias a la inteligencia artificial es en la selección musical. Lejos quedaron aquellos tiempos en los que el grupo de amistades cercano compartía una misma tendencia musical o en que los amigos acertaban más que los algoritmos.» Ahora tenemos decenas de aplicaciones al estilo de Spotify y YouTube Music.
Esta última es particularmente atractiva si usamos YouTube desde hace tiempo, ya que habremos ayudado a entrenar un mecanismo de aprendizaje automático que nos sugerirá nuevas canciones acorde con nuestros gustos. Aquí podemos ver cómo se marcan las canciones que nos gustan y algunas recomendaciones. Su “modo radio” agrupa canciones similares.
Compraventa de energía usando IA
Pulsamos el interruptor y se enciende una bombilla. Aunque no lo sepamos, esa energía pasa a engrosar las cifras de demanda analizadas por sistemas de inteligencia artificial. En julio de 2018 se confirmó que “un 85% de la electricidad que se compra y vende en el mercado eléctrico español utiliza las previsiones de AleaSoft como referencia”, y esta empresa usa IA para analizar la demanda.
Es decir, que todos los días hacemos uso de energía en nuestra vivienda cuya generación ha sido prevista por las eléctricas en base a algoritmos de inteligencia artificial. La mayoría de aplicaciones de estos algoritmos son así, invisibles. Operan a nuestro alrededor sin que seamos conscientes de su existencia. En este caso, ayudan a descarbonizar la generación de energía.
El hogar, mejor climatizado en base al histórico
Uno de los usos más frecuentes en domótica es la climatización inteligente. En base al histórico previo de nuestra ubicación, la hora exacta de salida del Sol, cuántas nubes hay en el cielo o el grado de contaminación de la ciudad (además de los patrones de cada uno), ya hay termostatos capaces de predecir con éxito a qué hora se debe encender la calefacción. Por supuesto, usan inteligencia artificial.
Este tipo de medidas son particularmente interesantes porque nos ayudan a aprovechar al máximo la energía en nuestro hogar. También a aprender sobre nuestros propios patrones de gasto y ahorrar en la factura eléctrica a la vez que minimizamos nuestro impacto medioambiental. No está nada mal, y a menudo se pueden controlar mediante voz.
Haz las mejores fotografías con el móvil
Los teléfonos móviles están dejando atrás rápidamente las clásicas reflex. Dispositivos como el Huawei P30 Pro ya es capaz de reconocer más de 500 escenarios mediante mecanismos de inteligencia artificial. En base a eso, se ajusta la configuración del disparo.
La IA es una herramienta clave en los nuevos terminales, y seguirá evolucionando a medida que más especialistas se suman al desarrollo de sus aplicaciones. Quizá pronto digamos adiós a las cámaras “de toda la vida” y nos pasemos a la fotografía con inteligencia artificial.
Comprar “online” en tiendas gigantescas
Dicen que Amazon lo sabe todo de nosotros. Pasó de vender libros (por cierto, Goodreads es suyo) a vender datos. Amazon es esa tienda que sabe lo que vamos a comprar antes de que notemos que lo necesitamos. Al menos si somos usuarios frecuentes de este portal web/app. Al hacer uso de complejas técnicas IA de análisis de la información, a más interacción, más conocimiento sobre el usuario.
En ocasiones, si tenemos la aplicación instalada en el teléfono, incluso nos hace recomendaciones que parecen no venir a cuento pero que —llamémoslo magia, pero conviene entender cómo funcionan estos sistemas— suelen acertar en aquello que buscábamos. Se dice que las cookies de navegación tienen algo que ver.
¿Dónde voy a cenar hoy? Que elija Maps
¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que no encontrado el sitio apropiado para salir a comer o a cenar? Google Maps resolvió el problema hace poco incorporando un ”factor de afinidad” de 0 a 100. De momento, esto funciona con servicios de restauración, pero requiere de ti una serie de valoraciones previas.
Es decir, necesita que hagas un mínimo de reseñas de bares, restaurantes, terrazas, etc, para funcionar. Una vez hecho, verás el porcentaje de afinidad y, cuanto más entrenes a esta inteligencia artificial, más acertará en los siguientes restaurantes. Perfecto si estás planificando el fin de semana y no quieres equivocarte.
La burbuja personal de las redes sociales
Hace tiempo que Twitter ha copiado la estrategia de Facebook de pasar de la cronología. El timeline hace tiempo que es un timetwist, y en la parte superior de la aplicación no aparecerá lo último publicado, sino lo más interesante para el usuario. Al menos, si preguntas al conjunto de inteligencias artificiales que llevan estos lugares. Estas beben de tus interacciones con publicaciones previas.
Un estudio muy interesante con Facebook en 2015 muestra hasta qué punto te conoce el algoritmo de Facebook. Con 10 “me gusta”, esta compañía sabe mejor que tus compañeros de trabajo si pulsarás “me gusta” en la siguiente publicación. Con 70 superará a tus amigos, con 150 a tus familiares. Tras 300 “me gusta”, Facebook acertará más que tu pareja. La IA se vuelve inteligente.
Hoy toca película en Netflix
Netflix, aquel videoclub que supo adaptarse al mundo digital, fue la primera productora de series que usó la inteligencia artificial como base para el éxito de una serie: House of Cards (2013). Analizando los patrones de los usuarios dieron con la fórmula mágica para maximizar el número de visionados positivos.
Cada vez que haces clic en “me gusta”, Netflix, Prime Vídeo o HBO aprenden de ti. De modo que resulta fácil analizar tu perfil y recomendarte nuevas series y películas. Si no sabes lo que ver hoy, ve a la sección de recomendaciones. Lo más probable es que acierten, especialmente si usas mucho estas plataformas.
La inteligencia artificial ha llegado a tu hogar, y quizá ni siquiera te habías dado cuenta. Pronto será ubicua y estará en cualquier dirección en la que miremos como ya le ocurrió al papel, el agua, la electricidad o los chips. Ahora le toca el turno a la inteligencia.
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